#6 @lakriba Pues tienes razón, lo había leído e interpretado mal. Gracias por la aclaración.
Rectifico, estoy de acuerdo. Cada uno que juegue el juego en la dificultad que le haga disfrutar que para eso están ahí.
Pero eso no significa que todos los juegos deban tener una dificultad sencilla. Eso lo debe decidir el creador.

Esto es igual que decir que no deberían existir las películas de terror porque el cine se ha hecho para disfrutar y no para sufrir.
Este reduccionismo a una sola faceta de algo que tiene múltiples caras es absurdo.
Los videojuegos son una forma de arte, como el cine o la música, y es potestad del creador decidir cómo quiere transmitir la experiencia a su público. Con dificultad enrevesada o como una película interactiva donde tocar 1 botón cada 30 minutos.
Cada cual que escoja el videojuego que le haga disfrutar.

#3 @justatroll La cultura de “el trabajo dignifica”, la del “como cabeza de familia debes hacer lo que sea para llevar el pan a casa”, la del “soy mejor trabajador si me sacrifico por mi empresa”, la de “si hago que mi empresa gane dinero, yo gano dinero”
Toda esa cultura de subyugación de la persona ante el trabajo y la empresa es y ha sido un problema que ha permanecido invisible mucho tiempo. El sacrificio excesivo, el sobre esfuerzo, la exigencia máxima por un trabajo (y habitualmente un jefe o un objetivo) que no merece la pena tal sacrificio, provoca no pocos problemas sociales y psicológicos.
Busquemos otra manera porque esta no es la correcta.

Pero nada, nada.

Quien ha dicho que no pueden quejarse? De hecho deben. Y lo que ha hecho Biles es visibilizar un problema que normalmente se tapa porque está mal visto todavía cogerse una baja por depresión o ansiedad.
El comentario más común en una empresa cuando eso sucede y se prolonga más de dos semanas es “le está echando cuento”, cuando no le cuesta el trabajo.
Así que sí, quéjense, y si tienes posibilidad de montar ruido con ello háganlo y si tiene mucha repercusión como con Biles, mejor que mejor.

#1 Por no decir que esa foto no se tomó a 5000 millones de kilómetros, sino al paso de la sonda New Horizons. Bastante más cerca.

#2
Si el problema es que no son unos pocos. El cartel es una exageración, obviamente, pero hay muchos que visten a su niño/niña del Madrid o del equipo que sea antes de que salgan de la cuna, por poner un ejemplo que no sea tan obvio como el de la religión.
Eso es extensible a casi cualquier cosa, en vez de aprovechar para ampliar sus gustos y aficiones.

Lo mismo pasa con el fútbol, los toros, la religión, el trabajo, la orientación sexual, etc, etc. Padres que quieren que sus hijos sean como ellos porque no conocen otra cosa. Por suerte cada vez menos. Pero siguen siendo mayoría.